Cuidamos de los gatos comunitarios que viven en la calle y en nuestro vecindario, a veces solos o a veces en pequeñas agrupaciones de gatos, las denominadas colonias. Son gatos que cuidamos durante muchos muchos años cada día. Los alimentamos a diario e intentamos siempre hacer todo lo posible para ellos cuando lo necesitan. Son gatos felices y libres que se alegran cuando nos ven. Algunos se acercan, otros no. Muy pocos se dejan tocar y acariciar. Son los gatos de los que hablamos cuando hablamos de la gestión integral y ética de las colonias felinas. Son los gatos que solemos capturar con jaulas o salabres y que no siempre nos lo ponen fácil. El objetivo es que todos ellos estén castados, que no haya camadas, que su estado de salud sea lo mejor posible y que tengan una mejor calidad de vida y una vida algo más digna.

Pero hay muchos gatos a los que les ocurre algo o enferman gravemente o precisan, debido a una salud más delicada, necesidades especiales, cuidados y tratamientos durante largos periodos o incluso a por vida. En este apartado os hablaremos de algunos de ellos.